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La agenda del encuentro abordará, en formato de mesas de trabajo, temas como la suficiencia financiera y la competitividad en los sistemas fiscales post-crisis; el papel del Impuesto de Sociedades en el sistema fiscal; la arquitectura fiscal a nivel internacional; el papel de los intermediarios fiscales, o las iniciativas de la OCDE y el rol de las multinacionales como contribuyentes.
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Enfoque: Este primer panel orientará su contenido hacia la política fiscal global, analizando desde un enfoque estratégico los últimos desarrollos y tendencias de política fiscal y el estado y evolución del entramado institucional supranacional.
Contexto y contenido: La crisis económica ha generado una serie de iniciativas en el entorno de la OCDE y de la UE tendentes a definir un nuevo entorno de política fiscal multilateral. En las mismas han influido, de un lado, la necesidad de reconocer las limitaciones de los gobiernos y sus medidas nacionales para ordenar la fiscalidad en un mundo abierto, y de otro, la necesidad de buscar soluciones a las necesidades de obtención de ingresos públicos en este entorno de crisis. Todo ello ha llevado a una cierta sobreproducción de medidas y a un solapamiento en las iniciativas entre la OCDE y la UE, que el caso de esta última se ha visto influenciada por motivaciones políticas y mediáticas.
- ¿Se está definiendo un level playing field adecuado?
- ¿En qué medida existe un enfoque estratégico en este nuevo marco?
- ¿En qué medida la coyuntura económica y mediática puede estar distorsionando el diseño de un marco fiscal adecuado?
Por otro lado, vivimos en un entorno globalizado donde muchos agentes económicos operan de forma global. Al mismo tiempo, el ámbito geográfico de referencia para el diseño de los sistemas y las políticas fiscales sigue siendo el nacional, dado que la soberanía sobre estas materias sigue residiendo, en general, en los gobiernos de cada país.
Esta circunstancia genera necesariamente disfunciones que pueden dar lugar a situaciones de no imposición o de dobles o múltiples imposiciones sobre las mismas rentas por distintas haciendas nacionales. Conscientes de esta realidad, los gobiernos han trabajado durante décadas en la búsqueda de soluciones técnicas que evitasen estos problemas y en iniciativas políticas de coordinación (bilateral o multilateral) o incluso, con carácter bastante limitado, en iniciativas de armonización fiscal. Existen distintas instancias multilaterales, como la UE o la OCDE, que impulsan algunas de estas soluciones, pero la cuestión que debemos plantearnos es si ha llegado el momento de instar la aparición de algún foro internacional con competencias en materia de política fiscal, que ayude a establecer un marco fiscal acorde con una economía globalizada. Algunas de las cuestiones a discutir serían:
- ¿Qué tipo de organización sería conveniente?
- ¿Qué competencias debería asumir?
- ¿Están los gobiernos preparados para abordar este cambio de arquitectura internacional?
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Enfoque: El segundo panel se orientará al ámbito de la fiscalidad corporativa, y su papel tanto como instrumento de política económica como recaudatorio.
Contexto y contenido: El Impuesto sobre el beneficio de las sociedades es una de las tres grandes figuras que, junto al impuesto sobre el valor añadido y el impuesto sobre la renta de las personas físicas conforman la columna vertebral de los sistemas fiscales en los países desarrollados. Así como el IVA grava el uso de la renta y los impuestos personales gravan la obtención de renta por la persona física, quien lo aplicará a decisiones de consumo o inversión, la doctrina ha venido planteándose tradicionalmente si la empresa es titular real de una capacidad económica, o es simplemente un elemento en la cadena de generación de renta que finalmente acabará en el individuo, ya sea vía renta del trabajo o rentas del capital, en el caso de los accionistas. Ello unido a la aparente falta de elasticidad de este impuesto respecto al ciclo económico (al menos en nuestro país), hace que sea necesaria una reflexión sobre qué modelo de Impuesto sobre sociedades necesitamos, que podemos esperar de esta figura como elemento recaudatorio y que efectos sobre la competitividad pueden tener las opciones que sobre este impuesto se consideren.
Esto está relacionado con una discusión que se ha situado últimamente en el centro de la polémica. En un mundo como el actual en el que el modelo de estado de bienestar se ha consolidado como una realidad en los países desarrollados y en una aspiración para el resto, el equilibrio entre la suficiencia financiera del sistema público y los efectos sobre la competitividad de la economía de los sistemas fiscales cobra cada vez mayor relevancia.
En un contexto como el actual, la demanda social de bienestar es, en principio, ilimitada. Este bienestar, concretado en prestaciones públicas, se financia con la utilización de una parte de la riqueza y del valor añadido que la sociedad genera, detraída de la economía mediante el sistema fiscal diseñado en cada país. En este sentido, hay una serie de decisiones que no son neutrales:
- ¿Qué porcentaje de la riqueza que genera la economía de un país debe destinarse a financiar ese modelo de estado del bienestar?
- ¿Qué sectores de la economía deben aportar y cuánto?
- ¿Qué efectos sobre el funcionamiento de la propia economía tiene estas decisiones en un sistema económico abierto y globalizado, etc.?
En la actualidad, la suficiencia parece haberse impuesto como principal principio inspirador de cualquier decisión en el ámbito de la hacienda pública, relegando al resto. Esta situación merece una reflexión estratégica en la que la suficiencia y los efectos de la fiscalidad en el sistema se aborden de forma equilibrada, como único medio para garantizar la sostenibilidad del sistema económico a largo plazo.
- ¿Se está definiendo un level playing field adecuado?
- ¿En qué medida existe un enfoque estratégico en este nuevo marco?
- ¿En qué medida la coyuntura económica y mediática puede estar distorsionando el diseño de un marco fiscal adecuado?
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Enfoque: El tercer panel se orientará al tema de cómo se está perfilando el rol de los asesores fiscales en la aplicación del sistema fiscal. Estos son tanto intérpretes de la norma como encargados de la realización de la liquidación de los tributos, y respecto a su papel se aprecia una evolución en las obligaciones de comunicación de sus actividades en relación con sus compañías y asesorados, como en la definición de su responsabilidad respecto a las consecuencias fiscales últimas derivadas de sus opiniones profesionales.
Contexto y contenido: Recientemente se ha aprobado una directiva comunitaria, la DAC6, que establece una serie de obligaciones muy relevantes para los asesores fiscales, tanto externos como internos, en materia de identificación y comunicación de riesgos fiscales y sobre medidas de planificación fiscal de los contribuyentes para los que trabajan.
Tras esta iniciativa parece existir un racional que va más allá del mero establecimiento de nuevas obligaciones de información para los contribuyentes y sus asesores, que estaría relacionada con el papel que desde las autoridades fiscales se pretende para todos aquellos que intervienen en la “cadena de gestión “del sistema fiscal.
- ¿Tiene sentido exigir una diligencia reforzada al asesor fiscal en el ejercicio de sus funciones?
- ¿Estaría este deber de diligencia relacionado con el objeto de su asesoramiento, a saber, los ingresos públicos?
- ¿Justifica esta relación entre asesoramiento fiscal e ingresos públicos una vigilancia especial sobre la actividad del asesor o una responsabilidad reforzada de estos?
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Enfoque: El cuarto panel de orientará al análisis del mandato de aumentar la certeza y seguridad jurídica en la aplicación del sistema fiscal, impulsado por la OCDE y a los retos que ello supone tanto para los reguladores como para supervisores fiscales nacionales, así como a los posibles instrumentos para avanzar en este tema.
Contexto y contenido: En los últimos años de trabajos hemos vivido una época de intensa producción normativa tendente a garantizar la sostenibilidad del sistema fiscal y a mejorar su coordinación internacional. Ello se ha traducido en un incremento de la presión regulatoria y supervisora en un contexto cambiante, lo que se ha traducido en altos niveles de inseguridad jurídica. Fruto de ello, el propio G20 mandató a la OCDE para que trabajase en la idea de mejorar la certidumbre fiscal para los contribuyentes, lo que supondrá un notable reto para todas las autoridades implicadas.
- ¿Qué debemos entender exactamente como mayor certeza fiscal?
- ¿Qué retos concretos plantea este objetivo para los reguladores y los supervisores?
- ¿Existen quickwins en los que trabajar a corto plazo?
- ¿Cuáles son las principales demandas de los contribuyentes? ¿Qué posibilidades presenta la relación cooperativa como instrumento de relación?